Galería de fotos completa: Nicolas Jaar en Guadalajara
Fotos por @ZuleAmezcua
Sé que fue esperadísimo por bastantes personas, incluyéndome, el tener una presentación de Nicolas Jaar en esta ciudad. Y el enterarnos de que por fin vendría a Guadalajara causó un gran revuelo entre todos al punto de que, no lo digo con seguridad, pero creo/imagino que provocó incluso un cambio de venue a uno con mayor capacidad (Cavaret a Pabellón A de Calle 2) y que, si fue así, terminó por ser un acierto de Urbnst.
Al leer por ahí que iba a ser un Live nuevo de 3 músicos en escena, y después de esa ”pausa” que tuvo Nico como proyecto propio, aunque si teniendo actividad con Darkside y su label, no sabía realmente qué esperar de su show, me pasó incluso por la mente que podría ser un cambio muy radical.
Entramos al Pabellón A, que a pesar de que era relativamente temprano y un generoso bodegón, ya lucía con el potencial de abarrotarse. Dimos una vuelta y caímos en la cuenta de que como no habría zona de pit (fail) iba a complicarse un poco e iba a ser una lucha entre la multitud lo de las fotos. Al arrimarnos al escenario y ver la batería, guitarra y demás, me dí un poco la idea de que el set que nos esperaba tendría un ligero aire a aquel del Sónar.
A eso de las 11 comenzó a tocar Dj Smurphy, con un set de unos 3/4 de hora que tuvo chispazos de buen downtempo y trap, y durante el cual los asistentes, que velozmente aumentaban en cantidad, saciaban su sed chelera y se ”acomodaban” en el lugar. La hora siguiente, cuando era ya domingo, estuvo a cargo del trío fronterizo de Los Macuanos, quienes provocaron que la gente se compactara mucho más hacia el escenario. Los de negro aumentaron un poco el calor con sus cantos enérgicos al ruidosón de Soldado sin Cara, El Camotero, entre otras. Me sonaron un tanto más berlinescos de lo que esperaba y en lo personal me latió su presentación, aunque sentí un ambiente que, si bien se veía motivado al principio, fue perdiendo el vigor conforme los beats transcurrían, por lo que la gente volvió a reanimarse un poco con la música en el espacio pre-Nico pidiéndolo entre chiflidos y demás sonidos corporales.
Así pues, cuando ya no se podía esperar ni poquito más, comenzó el acto Live de Nicolas Jaar acompañado de un guitarrista que añadía un background psicodélico y un baterista que por momentos le imprimía intensidad con toques latinos, que parecían irlo siguiendo pero a la vez alimentando el set con destellos de la propia cosecha de estos músicos. Su set, con contenido tanto de lo ya conocido como nuevo material, fue muy envolvente y tuvo ese sello muy característico suyo, con capas de melodías hipnotizantes y variaciones en los bpm que lejos de desconcertarte como espectador, te guiaban. Seguido de un intro con voces disueltas en el beat, sonó WOUH con más velocidad que la que estamos acostumbrados y con algunas distorsiones del acompañamiento en la guitarra, mezclándole al final Variations.
Para este momento, sí, tan pronto, yo ya estaba comenzando a perderme de mi alrededor para concentrarme de lleno a lo que escuchaba. Le siguió lo que creo será de su nuevo material y que para mí estuvo entre lo mejor de la noche, un track con notas de cierta remembranza a aquel remix que le hiciera a Kasper Björke, para después regresarnos a un estado más contemplativo con Too Many Kids Finding Rain in the Dust pero jugando con nuestras revoluciones culminándola con un acelerado beat y acordes que daba en su teclado con el que, después de una levísima pausa, continuó con unas notas y una intervención más notoria del guitarrista en ese intro, de algo nuevo que espero que pronto lo saque en digital.
El set cayó unos minutillos en una línea recta hasta que sonaron los acordes de Time For Us, momento que levantó a todos y en el que algunos corearon junto con Nico para posteriormente cerrar (o pausar mejor dicho) su acto live con un extendido Space Is Only Noise If you Can See que lo terminó en un bpm que por el contraste se sintió casi de Presto. 
Después de casi 1 hora, el guitarrista y el baterista se pararon, agradeció y nos anunció que tocaría también un dj set, lo cual me puso muy feliz. Me han latido siempre sus mixes, porque creo que es él tocando sus gustos y de manera sincera. Sus impecables gustos, debo decirlo. La música que a él le mama, sin importarle a quién más, nos la comparte de manera conjunta y ordenada con su estilo, y en este set, que nos ofreció también tracks de su autoría como And I Say, destaco la inclusión, entre aplausos del público, del clásico Mi Viejo con un downtempo para al minuto siguiente aumentarnos la velocidad y terminar su dj set para que regresaran el baterista y el guitarrista para tocar una de las más esperadas, Mi Mujer, con la que cerró de manera perfecta, pero nos dejó con la euforia en los pies y ganas de que continuara all night long.
Volvería a verlo sin lugar a dudas, no hay que dejarle de seguir la pista en este 2015. Como comentario, a pesar de que he escuchado por ahí sobre su sobrevalorización, opino que Nicolas Jaar es un artista que siempre busca y propone, en quien el hecho de su ”boom”, ”popularización” o como lo gusten acuñar, no fue un fin, si no un resultado. Es un artista de quien me agrada que tenga un público tan amplio, creo debido a ese equilibrio de digeribilidad en su propuesta, y que aunque pueda ser a veces contraproducente por lo que cada quien espera, lo que ofrece es un acto muy jugoso, que por la manera en que él mismo lo va tejiendo y lo plantea, se presta para improvisación y que Nico&Dudes hagan único cada show.
. 
